Cómo proteger herida del agua

Cómo proteger una herida del agua con una Curita impermeable

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¿Sabías que el agua puede complicar la curación de una herida? Cuando tenemos un corte o una lesión, lo último que queremos es retrasar su recuperación. Sin embargo, algo tan cotidiano como el agua puede hacerlo, ya sea al ducharse, nadar o simplemente lavar los platos. El contacto con el agua puede irritar la piel afectada, ralentizar el proceso de cicatrización e incluso aumentar el riesgo de infección. Por eso, proteger la herida de forma adecuada es clave.

 

No importa si es un corte pequeño, una incisión quirúrgica o una herida mayor: tomar precauciones es esencial para asegurar una sanación óptima. En este artículo, te explicaremos por qué es importante proteger tu herida y te indicaremos cómo Curitas puede ayudarte a que sigas con tus actividades sin preocupaciones mientras tu piel se recupera. ¡Sigue leyendo!


Tipos de agua y su efecto en las heridas

Aunque el agua suele ser nuestra aliada, algunos tipos pueden complicar la recuperación de una herida. ¿Te has preguntado por qué? La humedad puede hacer que la piel alrededor de la herida se hinche, dificultando la cicatrización. Esta hinchazón no solo ralentiza el proceso de curación, sino que también facilita la entrada de bacterias, aumentando el riesgo de infección.

 

A continuación, te contamos sobre los tipos de agua a los que podrías estar expuesto, cómo pueden afectar tus heridas y que puedes hacer para protegerlas y asegurar una recuperación sin complicaciones.

Agua salada y heridas

Agua salada y heridas

Quizá hayas oído que el agua salada ayuda a curar las heridas, pero esto es un mito. Las zonas costeras suelen estar llenas de impurezas y bacterias, y los cuerpos de agua estancados pueden albergar altos niveles de gérmenes, especialmente en temperaturas cálidas. Esto no solo no ayuda, sino que aumenta el riesgo de infección. Así que es mejor que evites que tu herida tenga contacto con agua del mar.

Agua del grifo y heridas

Agua del grifo y heridas

Aunque suene inofensivo, el agua del grifo también puede complicar la cicatrización. La humedad puede hacer que la piel se hinche, lo que a su vez dificulta la curación. Además, productos como el jabón y el gel de ducha pueden irritar la herida. Recuerda cubrirla bien con una Curita impermeable antes de ducharse o lavar los platos.

Agua con cloro y heridas

Agua con cloro y heridas

Un día de pileta puede ser perfecto para relajarte o hacer ejercicio, pero ¡cuidado! El cloro del agua puede irritar las heridas, y las bacterias presentes en las piletas públicas pueden aumentar el riesgo de infección. Si tienes una herida, asegúrate de protegerla bien antes de lanzarte a nadar.

¿Cómo curar una herida correctamente?

En Curitas®, sabemos que incluso las heridas pequeñas necesitan atención para sanar completamente. Por eso, no debemos subestimarlas. Para que tu herida cicatrice de manera rápida y segura, sigue estos simples pasos

1. Desinfecta

La limpieza es el primer paso para una curación adecuada. Te recomendamos pasar un antiséptico sobre la herida para que quede libre de suciedad y bacterias.

2. Protege

Aísla la herida del ambiente usando un apósito que la proteja de contaminantes. Si necesitas protección extra contra el agua, opta por una Curita impermeable.

3. Cura

Para acelerar la cicatrización y reducir cicatrices, utiliza Curitas® Reductor de Cicatrices. Este parche autoadhesivo de poliuretano crea una barrera semioclusiva que mejora la hidratación del tejido cicatricial y aumenta la temperatura de la piel, activando su proceso natural de regeneración.

Protección con Curitas® impermeables

¿Tienes una herida y te preocupa mojarla? La mejor forma de protegerla en contacto con el agua es usando una Curitas® impermeable. Ya sea que te estés duchando, nadando o realizando tareas en casa, estos apósitos se mantienen firmes, te brindan libertad de movimiento y, lo más importante, ayudan a que tu piel se recupere rápidamente.

Curitas impermeable

Curitas® Aqua Protect x20 es la solución perfecta: 100% impermeables, transpirables y flexibles, permiten que tus heridas cicatricen sin interrupciones.

Cómo prevenir infecciones y complicaciones

Proteger tus heridas del agua también ayuda a evitar infecciones. A continuación te dejamos algunos consejos adicionales para mantener tus heridas a salvo mientras disfrutas del agua:

Dúchate antes de nadar

Elimina el sudor y la suciedad antes de meterte a la pileta. Esto reduce hasta un 90% las bacterias que podrían estar en tu piel.

Sécate bien los pies y usa chanclas

En piletas públicas, lo mejor es protegerse con chanclas y asegurarse de secar bien tus pies, especialmente entre los dedos, para evitar infecciones por hongos.

Cubre siempre las heridas

No olvides proteger cortes y raspaduras con apósitos impermeables. Esto evitará que se infecten y ayudará a que sanen más rápido.

Si tu herida muestra signos de infección (enrojecimiento, hinchazón o dolor), consulta a un médico de inmediato. Si tienes diabetes, también es importante prestar especial atención a cualquier herida, por pequeña que sea.

 

En Curitas®, estamos comprometidos en ofrecerte productos de calidad que te ayuden a cuidar de tu salud y bienestar en cualquier situación.  Síguenos en nuestras redes sociales y mantente informado sobre las opciones de productos y novedades Curitas®.