¿Sabías que el agua puede complicar la curación de una herida? Cuando tenemos un corte o una lesión, lo último que queremos es retrasar su recuperación. Sin embargo, algo tan cotidiano como el agua puede hacerlo, ya sea al ducharse, nadar o simplemente lavar los platos. El contacto con el agua puede irritar la piel afectada, ralentizar el proceso de cicatrización e incluso aumentar el riesgo de infección. Por eso, proteger la herida de forma adecuada es clave.
No importa si es un corte pequeño, una incisión quirúrgica o una herida mayor: tomar precauciones es esencial para asegurar una sanación óptima. En este artículo, te explicaremos por qué es importante proteger tu herida y te indicaremos cómo Curitas puede ayudarte a que sigas con tus actividades sin preocupaciones mientras tu piel se recupera. ¡Sigue leyendo!